El todopoderoso Real Madrid cae de su pedestal ante un humilde Alcorcón. El estadio de Santo Domingo ya es un lugar difícil de olvidar para el club blanco. Esta derrota es histórica y dura de digerir. Un 4-0 no se vive todos los días. Normal que las caras de los jugadores al acabar la jornada estuviesen desfiguradas. No es para menos y es que este resultado manifiesta una crisis de la que nadie quiere hacer mención. Valdano pide “perdón al madrilismo”, pero esto no es suficiente para levantar a un equipo que se cae dentro de un pozo sin fondo. Esta Copa del Rey seguro que la desea borrar del mapa más de uno, el propio Guti discutió con Pellegrini en el descanso. Este cara a cara puede ser el florecer de una semilla que crecerá en la plantilla. El entrenador madrislista pasa por una mala racha y es que su tarea está siendo cuestionada. Algo natural teniendo en cuenta que anoche los de Alcorcón les dieron donde más les dolía. El desenlace del encuentro no estaba previsto, nunca lo está. Pero los de amarillo luchaban con un arma que hoy por hoy pocos jugadores ponderan cuando están en el campo: con corazón.
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